... como yelmos crestonados
y urbión es una cimera.
|

... y en un fanal de lluvia y
sol
el campo envuelto. |

... entre calvas roquedas de caliza
que surca de Castilla el yermo frio. |

... esplende la montaña
la tarde es polvo y sol. |

¡Campos de Soria!
donde parece que las rocas sueñan. |

... cerros del alto llano,
y montes de ceniza y violeta.
|

... agua pura y silenciosa
que copia cosas eternas. |

¿no ves Leonor los álamos del río
con sus ramajes yertos? |

... tierras pobres, tierras tristes
tan tristes que tienen alma. |

... y ese árbol roto en el camino blanco,
hace llorar de lástima.
|

... por la alameda que el Eresma baña
|

... Soria, ciudad castellana
¡tan bella! bajo la luna. |

... la tierra que ama el santo y el poeta
los buitres y las aguilas caudales.
|

... el alma sueña
con el glauco vapor de la ribera. |

... y cuando llegue el día del último
viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontrareis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de La Mar. |