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ÁNGEL DEL CAMPO Y FRANCÉS
SEMBLANZA.-
«Ángel del Campo no es, solamente, un destacado
ingeniero, ni un pintor consumado, ni un apasionado matemático y geómetra,
ni un erudito escritor de múltiples textos: es todas esas cosas y muchas
más al mismo tiempo. Su biografía es arborescente, es una irradiación
permanente de variados saberes y doctrinas. Pues ha sido tentado por todas
las musas, desde la amable Poesía a la recatada y arcana Historia.
En la ingeniería Ángel del Campo ha sido proyectista de estructuras,
de muchas obras subterráneas -especialmente del Metro- y perito en
cables y teleféricos. Ha diseñado y construido obras hidráulicas,
ferrocarriles (a los que ha dedicado años) y una docena de carreteras
cuando estuvo destinado en Almería. Su afición a la perspectiva,
a la geometría y al paisaje le llevó posteriormente a intervenir
en muchos proyectos de carreteras y autopistas como consultor paisajista.
Pero, a su vez, la vocación de enseñante le llevó a dar
clases sobre dichos temas en cursos de la Escuela de Caminos y del Ministerio
de Obras Públicas.
Para este Colegio que ahora recoge una mínima muestra de su obra Pictórica, Ángel ha dedicado tiempo y esfuerzo. Ha sido jurado en las exposiciones que organizaba José Antonio Fernández Ordóñez (uno de los premios con el tiempo se llamaría Ángel del Campo); ha sido Vicepresidente de la institución durante cuatro años; ha organizado -con Miguel Ángel Hacar- la Academia Neoplatónica, de la que aún se recuerdan las veladas lúdico-científicas bajo el helénico lema "Entre aquí quien ame la geometría"; mantenedor en las Aulas Libres con el impar José Torán, moderno Valentino tuto festa con quien las tar¬des se podían hacer noches en estado de delectatio morosa. Ha publicado Ángel una y otra vez en las revistas del Colegio y en la colección de libros que Juan Benet intituló de Ciencias, Humanidades e Ingeniería, dos obras de mucho empeño. Una de ellas a la muerte de su/nuestro amigo, "José Torán, un ingeniero insólito" y la otra "La Magia de las Meninas", donde Del Campo desarma pieza a pieza la perfecta maquinaria del cuadro más importante del pintor más importante. Ángel del Campo analiza la implacable perspectiva; los huecos de las ventanas, los entrepaños o vigas, no están pintados a instinto o estima, sino que están calculados y se emplazan donde les corresponde. Ninguna figura 'flota" o se clava en el suelo. Dicen que Velázquez pintaba el aire; lo que pintaba con absoluta y geométrica fidelidad era el espacio. Del Campo lo desentraña y desentraña también aspectos mucho menos cuantificables; por ejemplo las cabezas de las figuras que hay en las "candilejas" del lienzo forman el exacto polígono de la constelación conocida como Corona Boreal, en cuya composición y morfología consta era versado don Diego. El asunto nos podía sonar frívolo si no fuese porque la cabeza de la infanta coincide con la estrella Perla (¡Perla y Margarita son sinónimos!). La sed de investigación del hoy expositor le lleva en otra publicación a investigar "La hora de "las Meninas". Concluye don Ángel: el cuadro representa la luz entrando en la habitación de Palacio a las tres y seis de la tarde -en sus averiguaciones ha localizado el Salón en los planos del Alcázar quemado (entre otras mil cosas)-. Y así con las Hilanderas, cuya iconología nos pone al descubierto; con los Santos Ermitaños, que concluye en un paisaje conquense (el abajo firmante se adhirió y echó más leña al fuego de esa tesis); la Melancolía de Durero, etc.
Y don Ángel aborda también ampliamente la biografía de Juanelo Turriano y los bustos remanentes del genial ingeniero/relojero, esculpidos -y aquí Del Campo "se moja", gracias a su erudición habitual- por el famoso León Leoni (no puedo resistirme a contar que el original de mármol de Carrara, fue maltratado en Toledo durante 1936 y mal recompuesto. Ángel, por extraños avatares, poseía un vaciado muy anterior en perfecta conservación. Su largueza le ha llevado a donarlo a la Asociación de Ingenieros de Caminos y ahora luce en la mejor hornacina del Instituto de la Ingeniería Civil de España).
El curriculum de Ángel del Campo y Francés como pintor y expositor es interminable. A pesar de su enorme producción, la antecitada largueza y consiguiente dispersión de su obra ha hecho que los Comisarios de esta muestra, Enrique Pérez Galdós y Jesús Granero, hayan tenido que trabajar lo suyo para reunirla.
Ángel del Campo está lleno de medallas, condecoraciones, premios y honores. Es Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Ha presidido la Agrupación Española de Acuarelistas, etc. Pero por encima de todo Ángel nos ofrece:
La imaginación
La "chispa"
La diversión de los juegos matemáticos
La facilidad de pluma y pincel
La gracia de lo escondido y encontrado
La magia oculta de las apariencias
Los objetos curiosos desvelados para su curiosidad
Los trampantojos de la Ciencia
La iconogía indescifrable
La curiosidad infinita siempre alerta
El "ángel" de Ángel.
Clemente Sáenz Ridruejo 21 de Mayo de 2005
Ángel
del Campo: datos biográficos
SU NACER A SU VIDA: INICIO SUS PADRES SU FAMILIA SUS ESTUDIOS
SU PROFESIÓN: INGENIERO ESCRITOR ACADEMICO PINTOR VIAJERO